domingo, 18 de diciembre de 2016

Más de 400 años de historia Presencia de las culturas Orientales en Cuba (1492-1923)

Hindúes


Otra cultura oriental que demostró su presencia en este periodo es la proveniente del Indostán. De hecho la llegada de hindúes a Cuba, es bastante poco conocida

Los hindúes venían llegando a las Antillas inglesas desde 1836.Venían a las colonias en calidad de trabajadores contratados, forma encubierta de esclavitud semejante a la que hizo llegar por esos mismos años braceros chinos y de otras nacionalidades a Cuba.

En el 1902, se constituyó la República de Cuba bajo la tutela de los Estados Unidos. Aunque los capitalistas yanquis habían comenzado a hacer inversiones en la Isla desde la segunda mitad del siglo XIX, es esta la coyuntura que aprovechan para penetrar masivamente adueñándose de los servicios públicos y de enormes extensiones de las mejores tierras del país, particularmente en las provincias de Camagüey y Oriente. En estos territorios se dieron a la tarea de erigir modernas fábricas azucareras con una gran capacidad de producción, los llamados colosos, para lo cual era indispensable poner en producción las plantaciones abastecedoras de caña a los molinos. Las zonas elegidas para las fábricas tenían una baja densidad de población, haciéndose necesario el proveer la fuerza de trabajo indispensable, destinada a las tareas agrícolas y al corte y alza de la caña. Siendo plantadores con mentalidad esclavista, acudieron a la importación de braceros de otras islas antillanas, fuerza de trabajo barata que quebraba el nivel salarial de los trabajadores cubanos.

La ocupación a la cual se destinaban a estos hindúes procedentes de las Antillas, era el cultivo y corte de la caña de azúcar, al igual que el resto de los braceros antillanos. Sin embargo, en virtud de conocer el inglés, gozaban de una ventajosa posición en los centrales de propiedad americana. De este modo, algunos pasaron a ocuparse de otras tareas, tales como capataces en los bateyes y colonias.

Los descendientes de hindúes, nacidos en Cuba, siempre estaban atentos a cambiar de trabajo cuando con ello podían mejorar de posición. Muchos de ellos, por su conocimiento del inglés, pasaron años más tarde a ocuparse en los trabajos de construcción que se realizaron en la base naval norteamericana, enclavada en territorio cubano de la Bahía de Guantánamo. Los viejos, por su parte, siguieron trabajando en la caña o, por su cuenta, en pequeñas parcelas, sembrando frutos menores y café.

También alrededor del 1905-06 vinieron desde Jamaica unos doscientos hindúes que entraron ilegalmente en Cuba.En el año 1914, vinieron más de dos mil hindúes nacidos en la India, y unos doscientos de Jamaica.

Alrededor del año 1915, había trabajadores hindúes en varios centrales de la provincia de Oriente, entre ellos el Soledad, Esperanza, Santa Cecilia, los Caños, Santa Isabel y Romelié, todos enclavados al sur de Oriente, en la zona de Guantánamo

Los primeros hindúes venidos a principio de siglo, ofrecían una serie de características culturales que los diferenciaban claramente del resto de la población y de los demás inmigrantes. Usaban el vestido tradicional de los distintos pueblos de la India, y muchos cubrían su cabeza con turbantes. Las comidas también los distinguían perfectamente de la población, así como una serie de otras costumbres. En Cuba, por su parte se habló el Hindi, mientras los braceros constituían grupos compactos de trabajadores agrícolas, residentes en el mismo sitio. Luego, a medida que fueron muriendo los viejos y dispersándose sus descendientes, la lengua se perdió casi por completo, a la medida de que se iban integrando a la cultura cubana.

De esta manera es claro que como en una caldosa el tronco español y el africano constituyen la carne y las viandas, las herencias orientales son la sazón y las especies que le dan vida y dinamismo; la distinguen de otras comunidades insulares.

Aunque en muchos casos se trató de una asimilación de la cultura cubana por parte de los emigrados, debido a las diferentes condiciones que existía en la Isla, es cierto que las comunidades orientales establecidas influyeron en numerosas ramas de nuestra vida; desde la comida con el gusto por lo picante de los hindúes y el vestir blanco de los árabes, hasta la corneta china, reina de nuestros carnavales.

Sin embargo hay que señalar que esta influencia solo fue en aumento, más allá del periodo estudiado.

Una vez asentados en la Isla y conformadas sus comunidades enriquecieron nuestra cultura y nos dieron ese sabor único que nos distingue y nos destaca, nos hace continentales, universales, cubanos

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