lunes, 5 de diciembre de 2016

La verdad de hacer ficción





Todo comenzó con una simple pregunta:


-¿Cuándo es la próxima función del teatro Papalote?-


Le preguntamos a él porque tenía una cara amigable y un cierto aire de saberlo todo.


Así era:


-El teatro no es solo una forma de divertirse, es una manera de vivir, una filosofía que llega a todos los espectadores –dice mientras intenta averiguar si somos niños grandes o adultos pequeños.


No se que concluye, pero sigue:


-Ya sean títeres, drama o comedia, el teatro forma familias eternas .Y es que en verdad el actor siempre quiere seguir haciendo sonreír y reflexionar.


Miro a mi amiga y su cara parece gritar ¿Cuándo acaba esto? , pero parece que el anciano necesita espejuelos pues tras seguir mi mirada responde muy ofendido:


-Los actores no somos mentirosos, al contrario .Como siempre estamos probando nuevos matices nos conocemos muy bien, esa es la razón del porqué podemos usar máscaras. Mentir sería como usar la misma máscara todo el tiempo y eso sería muy aburrido, nos perderíamos tantas reacciones del público.


Ante la pausa nos apresuramos a dar las gracias y salir de ahí, pero no se detiene, continúa, como si fuera consigo mismo.


- Cada obra de teatro es como un títere, puede ser una tijera o una mano pero el titiritero las convierte en ave, en dinosaurio. Pero si no se cree en él es falso, por muy verdadero que parezca, y al revés pasa lo mismo, es mentira la verdad que no se cree.-


Desde el piso de arriba lo llaman y se despide de nosotros .Por un momento recuerdo los viejos títeres de mi infancia, hace tiempo olvidados, y me pregunto en qué momento la verdad se convirtió en mentira.


Un niño llega de la mano de su madre, contento, agitado por la emoción de ver nuevamente a sus amigos de hilo y trapo y ¿por qué no? , también los que se esconden en objetos cotidianos.


Hay verdades absolutas y verdades que son mentiras y muy a menudo se confunden unas con otras .Lo que las diferencia es el poder de evocar recuerdos y hacer sonreír con complicidad a dos corazones de niños, frente a un escenario, en un teatro.


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