viernes, 6 de septiembre de 2019

Estadísticas: Donde se unen la historia y el futuro



Desde que aprendemos los rudimentos de las matemáticas, los humanos buscamos contabilizar lo que nos rodea, conocer las cantidades exactas de personas, lluvias, autos, producciones, nacimientos, tormentas y cuantos fenómenos vemos en la vida cotidiana.

Más aún, al descubrir que muchos de estos responden a determinadas leyes y variantes que permiten si no conocer, al menos predecir su comportamiento; incluso algunos se aventuran en sus suposiciones y hasta aseguran un determinado resultado en base al pasado sobre el criterio de la práctica como validadora de la verdad.

Esa afición humana por el saber tiene su manifestación en una ciencia tan antigua como el hombre, la estadística, entendida más allá de fórmulas matemáticas para aludir al compendio de informaciones en serie cronológica que se capta, procesa y analiza para sugerir diferentes acciones.

Su nombre al parecer proviene del siglo XVIII en Inglaterra y Estados Unidos donde se usaba para designar los datos demográficos y económicos, pero desde mucho antes se utilizaba para censar las riquezas existentes. Hoy su uso se extiende al deporte, al medio ambiente, la meteorología, las comunicaciones, la salud, la economía, el ocio y cualquier otra rama de la sociedad humana.

Tal es su importancia como medidor universal que en el mundo existen convenios internacionales para brindar un conjunto de estadísticas y evaluar el curso de una región o población en particular, amén de las instituciones dentro de cada nación.

Así se puede afirmar o negar la existencia de inflación mercantil, si la población crece o envejece, la penetración de la Internet y otros numerosos parámetros que no existen por sí mismos, sino que son construidos a través de indicadores primarios diversos.

En el caso de Cuba, la historia de las estadísticas comienza desde la colonia, circunscrita en lo esencial a recuentos censales y conteos de población, hasta finales del siglo XVIII y principios del XIX, donde registraron también el auge en la producción de azúcar y café.

Ya en la neocolonia, después de la intervención militar, con la realización de un Censo de Población, las estadísticas sufren un evidente deterioro que nos llevó al final de la quinta década del siglo pasado a ser un país, que si bien tenía cierta capacidad en la disponibilidad de estadística en una región donde era prácticamente inexistente,estaba muy lejos de satisfacer sus necesidades informativas.

Por tal motivo, y con el profundo proceso que alcanza la economía y la sociedad cubana con el triunfo de la Revolución, el 1 ro de enero de 1959, las estadísticas transitaron por varias etapas, con el objetivo de registrar los hechos económicos, sociales y demográficos, así como garantizar su comparación internacional, partiendo desde el primer Censo de Población y Viviendas realizado en 1970 y que constituyó una de las investigaciones más completas e importantes, razón por la cual cada 6 de septiembre, coincidiendo en fecha con ese momento, los estadistas cubanos celebran su Día.

Hoy, gracias a su trabajo es posible afirmar que en Matanzas la población nunca llegará al millón de habitantes, sino que al menos hasta el 2050 su número se mantendrá sobre los 700 000, para ser la quinta provincia en cuanto a ese indicador.

Asimismo, sabemos que existen ligeramente más mujeres que hombres en el territorio y la edad promedio está alrededor de los 40 años, mientras que de momento los nacimientos superan las defunciones, si bien la tendencia nacional gravita hacia la inversión de esta relación debido al envejecimiento poblacional, como ya sucede en más de 40 municipios del país.

Datos como estos no solo permiten el control de las políticas planteadas; posibilitan además la toma de decisiones desde un mayor conocimiento de lo que sucede, compararlo con el pasado y otras regiones y así actuar con el poder de la información.

No hay comentarios:

Publicar un comentario