viernes, 29 de marzo de 2019

Un fiscal en la Ciénaga




Tal vez en otro país del mundo resultaría imposible ver en los más recónditos parajes la figura de un abogado o un fiscal. Sin embargo, en la Ciénaga de Zapata este evento resulta cotidiano gracias a la obra de la Revolución.

DE MOA A LA CIÉNAGA

Con papeles en mano y ojos que aún se asombran de la naturaleza que lo rodea, Jorge Evelio Pérez visita de forma mensual las comunidades de difícil acceso de la localidad. Él es el actual fiscal de este sureño municipio.

“Toda mi vida he trabajado vinculado a la Fiscalía, pero solo hace seis meses que vine para acá desde Moa, en Holguín, a cubrir provisionalmente a una compañera que se encuentra de licencia de maternidad; y ya estoy pensando en echar raíces.

“Estos meses han sido una experiencia totalmente nueva, partiendo desde las propias personas que son distintas, con mucha tradición histórica que los marca en su actuar diario. Esta realidad, junto al hecho de saber el profundo significado de la zona me estimula a realizar un trabajo mejor”, cuenta divertido este letrado que ya se considera cenaguero.

ENTRE CIÉNAGAS

En su bregar diario, no son pocos los desafíos a los que se enfrenta este jurista, sumado al poco tiempo que lleva en la zona y el no completamiento de la plantilla.

“Esta labor resulta un reto difícil, pero creo en mantener y superar los resultados de trabajo, así como incrementar la vitalidad de la fiscalía con los procesos penales y la atención a la población todos los días, tramitando sus reclamaciones y quejas para alcanzar un comportamiento estable de los objetivos, especialmente en este aniversario 45 de la Fiscalía”, comenta orgulloso Evelio mientras piensa en las actividades que preparan por la fecha.

Sin embargo estas no son sus únicas preocupaciones.

“Aquí las principales problemáticas radican en el tema de la viviendas, muchas de las cuales se construyeron o mejoraron ilegalmente, y las personas acuden a nosotros por la confianza y responsabilidad a la hora de darle seguimiento a sus planteamientos.

“Pero también atendemos fuertemente el tema de la protección de los menores y ancianos, así como la caza furtiva pues la Ciénaga resulta un municipio muy complejo aunque no hay gran cantidad de hechos delictivos, gracias a la disciplina de la población, el enfrentamiento que mantenemos y el trabajo conjunto del MININT, Partido, gobierno y organizaciones sociales”, explica.

LOS MÁS LEJANOS

“Quizás una de las mejores experiencias del ejercicio legal consiste en el trabajo con las comunidades de difícil acceso, a las que realizamos visitas mensuales para atender cualquier tipo de inquietud legal o social y trasmitirla con nuestras sugerencias para tomar las medidas necesarias.

“Además muchas personas que ahí viven se acercan a la fiscalía y aquí, dentro de lo posible, le brindamos atención priorizada en sus asuntos, trabajando con sensibilidad y humanismo”, explica Evelio mientras mira su reloj, pues precisamente hoy vendrán pobladores de Guasasa buscando asesoría legal.

Así es el trabajo de un fiscal en la Ciénaga, en este lugar donde según él, cuando el estrés aumenta y se sobrecarga de trabajo, basta con asomarse a las aguas de su mar para recargar las pilas.

“No sé que me deparará el futuro al concluir esta misión, pero si sé que quiero echar raíces aquí y seguir defendiendo la legalidad”, concluyó orgullosos Evelio, quien ya se declara amante de la naturaleza y la gente del lugar.

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