domingo, 31 de marzo de 2019

Campaña de Alfabetización: Con un farol, la cartilla y el corazón.



En una mano el farol, en la otra la cartilla. Así salieron de sus casas y en ocasiones desde las aulas donde aún no terminaban su educación unos 100 mil jóvenes para llevar a cabo la Campaña de Alfabetización.

Eran las Brigadas Conrado Benítez, pero también el grupo de alfabetizadores populares con más de 120 mil muchachos y los 13 mil brigadistas Patria o Muerte, quienes se volcaron a llenar de letras y números a una población donde el 23,6 por ciento era analfabeto y una de cada cuatro personas no sabía leer ni escribir.

Hacia ellos marcharon los jóvenes, algunos casi niños, aquel año de 1961 y en solo algunos meses fueron alfabetizados 707 mil 212 cubanos. Cuba se declaraba Territorio Libre de Analfabetismo el 22 de diciembre de 1961.

Allí, en la Plaza de la Revolución “José Martí” bajo el grito de los brigadistas de “Fidel, Fidel, dinos que otra cosa tenemos que hacer”, el pueblo lograba una de sus más importantes batallas, cumplía con el Programa del Moncada, y sentaba las bases para la transformación del hombre nuevo, el revolucionario cubano.

“Ningún momento más solemne y emocionante, ningún instante de legítimo orgullo y de gloria, como este en que cuatro siglos y medio de ignorancia han sido derrumbados. Hemos ganado una gran batalla, y hay que llamarlo así -batalla-, porque la victoria contra el analfabetismo en nuestro país se ha logrado mediante una gran batalla, con todas las reglas de una gran batalla. (...) Esa capacidad de crear, ese sacrificio, esa generosidad de unos hacia los otros, esa hermandad que hoy reina en nuestro pueblo. ¡Eso es Socialismo!”, declaró Fidel ante el pueblo que empezaba a soñar con ser el pueblo más libre y culto.
Hoy, según importantes instituciones el sistema educativo cubano es el mejor de América Latina, siendo el único de la región que alcanza parámetros globales, tal y como reconoce en su informe el Banco Mundial:

“Cuba internacionalmente reconocida por sus logros alcanzados en los campos de la salud y la educación, con un servicio social que sobrepasa el de la mayor parte de las naciones en vías de desarrollo y en ciertos sectores se compara al de los países más desarrollados.

Desde la Revolución Cubana en 1959 y el siguiente establecimiento de un gobierno comunista con partido único, el país ha creado un sistema de servicios sociales que garantiza el acceso total a la educación y a la salud.

Este modelo ha permitido a la Isla lograr una alfabetización universal, acabar ciertas enfermedades, acceso general al agua potable y salubridad pública de base, una de las tasa de mortalidad infantil más bajas de la región y una de las más largas esperanzas de vida”.

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