miércoles, 20 de febrero de 2019

Andares de mi ciudad


Calle Milanés durante el pasado siglo


Con las recientes obras de una ciudad de Matanzas en plena renovación frente a su aniversario 325, más de un transeúnte se ha sorprendido cuando al entrar a la Calle del Medio, una tarja señaliza el lugar como Avenida de la Independencia.

Muchos de ellos desconocen que esta arteria comercial, al igual que muchas otras de la urbe, han tenido a lo largo del tiempo varios nombres e incluso existen todavía algunas recordadas por el pueblo como en antaño, ignorando disposiciones oficiales.

CIUDAD DE PRIMICIAS

“Matanzas desde su concepción resultó fuente de primicias y sus calles no son la excepción. Desde su alineación hasta la condición cardinal que rompió con los esquemas tradicionales en América, resultan parte de nuestro patrimonio y testigos de todas las épocas.

“Pero a la vez poseen una singularidad que se manifiesta principalmente en la convivencia de nombres de Gobernadores, ciudades e hijos ilustres de España, con patriotas y grandes matanceros, por la fuerza del hábito arraigada en la población matancera”, explica Ercilio Vento Canosa, historiador de la Atenas de Cuba.

De esta forma los Cuadernos Matanceros dan cuenta de varios ejemplos donde la identificación más moderna se impone, como en el caso de Plácido, en Versalles, antes Oña por Antonio García Oña, gobernador de la ciudad; Domingo Mujica, bautizada en sus inicios Isabel II; la Calzada General Betancourt, en su tiempo Juan Burriel; o Milanés, en los inicios Ciénaga y luego Gelabert.

“Pero resultan mayoría aquellas donde la costumbre enraizó y perduran la identificación antigua, desconociendo muchos de sus habitantes, la denominación actual”, continúa Vento Canosa.

Quizás las pruebas más evidentes resultan las de las arterias fundacionales. Es el caso de Río y Medio, la primera O’Reilly y posteriormente Tello Lamar; la segunda Ricla y actual Independencia.

Otras que no asimilaron el cambio fueron la hoy 2 de Mayo, oficialmente desde algunos años 24 de febrero; Ayuntamiento, la cual responde a Carlos Manuel de Céspedes; Daoiz, nombrada Carlos de la Torre y Huerta; Contreras denominada Bonifacio Byrne; Ayllón, primera calzada de Cuba construida con esa concepción, hoy Nicolás Heredia, Manzaneda, inscrita González Lanuza, y la Calzada de Tirry, actual Camilo Cienfuegos.

“Otras a las que la oficialidad no pudo cambiar como eran llamadas por la mayoría fueron Zaragoza, Navia, Pavía, Velarde, Salamanca y Compostela, a pesar de las importantes independentistas que hoy le dan nombre como Guillermo Schweyer, Antonio Guiteras Holmes, Máximo Gómez, Quintín Banderas, Clemente Gómez y Vicente Jorge Rodríguez respectivamente.

SANTOS E HISTORIA

“Desde pequeña me aprendí mi dirección y algunas calles cercanas, pero solo conozco las más céntricas. De la mayoría por las que paso no sé sus señas, menos aún su antigua denominación o el actual sistema numérico para identificarlas, aunque se trata de algo que quisiera aprender y creo que todos los niños deben conocer”, admite Irene Navarro Alfonso, vecina de Pueblo Nuevo.

Tanto en este barrio como Versalles, según explica el historiador de la ciudad, muchas de las avenidas adoptaron la denominación de figuras religiosas, calificativo que fue modificado en muchos casos con el cambio de la República o en homenaje a eminentes personalidades que ahí vivieron.

Así Espíritu Santo cambió a Filomeno Rodríguez, pionero de la cardiología cubana; San Francisco a Martín Morúa Delgado, importante periodista y orador; San Fernando, pasó a ser José de la Luz y Caballero; San Rafael devino Antonio Luis Moreno, Santa Teresa se convirtió en Emilio Blanchet; San Carlos en Emilio Núñez Rodríguez y San Isidoro en Antonio López Coloma.

Otro de los ejemplos más importantes que recoge la historia de los nombres de avenidas son los casos de San Juan de Dios, llamada Diego Marchena por quien en esa calle creara una farmacia y unidad de la Cruz Roja; y San Ambrosio, hoy José Valdés Anciano, una de las figuras más grandes de la neurología a nivel mundial quien nació en esa arteria.

PRESERVAR LA HISTORIA

Yoanna Tejera Ponce de León, estudiante de segundo año de trabajadora social, lleva ya un tiempo viajando casi a diario desde su pueblo a la ciudad pero aún no conoce de calles y en su lugar busca indicaciones de puntos fijos o compañía durante sus viajes para guiarla.

Y es que esta pluralidad de denominaciones provoca más de una confusión, principalmente a la hora de trámites y documentos oficiales, resultando a veces necesario preguntar cómo quieren la dirección, por el nombre conocido, el oficial o el nuevo sistema de números.

“Desde la historia no hay un calificativo correcto, sino el que las personas decidan, el que la costumbre imponga. Pero cada uno es parte de nuestra historia e identidad, y se debe hacer más por preservarla y dignificarla, ya sea con señalética o con información.

“Debemos cuidar nuestro pasado y conocerlo incluso en la modernidad, pues es la prueba de nuestro orgullo como matanceros”, concluyó Ercilio.

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