jueves, 16 de noviembre de 2017

San Miguel de los Baños: El paraíso olvidado de Cuba (+ Fotos)




Cuenta la leyenda que allá por la época de las plantaciones, un esclavo de nombre Miguel quedó a su suerte en tierras de nadie para padecer de las dolorosas llagas que lo aquejaban.



El enfermo, decidido a vivir, hizo su hogar en una cueva cercana, alimentándose de lo que podía encontrar y tomando agua de los numerosos manantiales existentes, donde también se bañaba.



Poco a poco sus llagas fueron cicatrizando, y su salud mejoró notablemente, permitiéndole incluso regresar con su amo y dar cuenta de su hallazgo que posteriormente sería llamado San Miguel de los Baños.



EL ABRIL DE LAS LEYENDAS



El milagro de Miguel se esparció rápidamente entre los dueños de las dotaciones vecinas, y fue confirmado en 1868, mediante varios exámenes que demostraron que las aguas, de composición magnésico-cálcica, con ácido metasilícico, sílice y azufre en estado coloidal, resultaban ideales para los tratamientos gastrointestinales y dermatológicos.



“A partir de ese momento fueron muchas las personas que acudían a buscar un poco de agua tanto para beber como para lavarse. Poetas, arquitectos, artistas y hasta la familia del millonario Henry Ford, visitaron la zona. Otros, buscando un tratamiento permanente, establecieron su hogar en las inmediaciones.




Una de estas sería el abogado Manuel Abril Ochoa”, comenta Leonel Pérez Orozco, conservador de la ciudad de Matanzas.“El doctor Abril, como le conocían, había encontrado alivio entre los manantiales y viendo potencial en las propiedades terapéuticas de las aguas y las condiciones del clima, emprendió la construcción de un estación termal”, explica la doctora Olga Lidia Sosa Rodríguez, directora del proyecto Libélula o San Miguel de los Baños..



“La construcción, iniciada en 1929, se realizó en tiempo récord, con un estilo ecléctico semejante al casino de Montecarlo y al palacio de Sans Succi, en Alemania, ambos muy conocido en la época. Surge así el Gran Hotel Balneario como una joya arquitectónica dentro del valle de Guamacaro y la única estación termal hidromineral y climaterapéutica del continente y, por las próximas tres décadas, la ciudad balneario más popular de Cuba.”, continúa la doctora.



“La edificación principal contenía en sus tres plantas un salón principal y recepción, restaurante, bar-cafetería, numerosas habitaciones, cocina, almacén de víveres, cámara fría, consultorio médico, laboratorio y otros locales de servicios. Tampoco faltaban las cámaras de baños para aquellos que no desearan hospedarse, amplios jardines exteriores, de estilo francés, para acoger al público y un gran salón de baile adornado con vitrales”, describe Alberto Cabrera Cabrera, presidente del Consejo Popular.




Estas condiciones, junto al abasto de agua proveniente de varios manantiales, permitieron que tras su inauguración en 1935 el lugar se estableciera como la villa de descanso preferida de la burguesía habanera y de varias personalidades.



“A su ambiente campestre se sumó la construcción de numerosas quintas de maderas y la urbanización del pueblo, el primero de Matanzas en contar con alcantarillado, acueductos, gasolinera, e incluso un pequeño aeropuerto donde aterrizaban avionetas. También se construyeron otros hoteles hasta llegar a ser 25, algunos tan reconocidos como el San Miguel, el Villaverde ya desaparecido y el Cuba, además de fomentar las casas de huésped con estilos victorianos que sumaban leyendas como la de la casa de Blanca Nieves y los siete enanitos y el Cristo Milagroso de la Loma de Jacán”, comenta Sosa Rodríguez.



De esta manera, y junto a la comercialización de sus aguas, el lugar alcanzó fama mundial, recibiendo como promedio casi 300 turistas semanales de todos los lugares del planeta.



UNA NUEVA ETAPA



El triunfo de la Revolución en 1959 trajo cambios en la gestión del lugar, cedido voluntariamente por el doctor Abril para el disfrute del pueblo.



“Era un espacio agradable para compartir y festejar, disfrutar de un buen momento en un espacio natural de gran belleza. Fotos de quince y de bodas se tomaron aquí en esa época y todavía su imagen se usa a través de técnicas de montaje digital”, asegura Cabrera Cabrera.



Sin embargo, para Olga Lidia, en esta nueva etapa las aguas no eran las protagonistas.



“Su función ante las necesidades urgentes era principalmente hotelera, limitando la cultura de bienestar y calidad de vida. Por este motivo y aunque el balneario siguió prestando servicios como hotel y casa de descanso, poco a poco se fue deteriorando debido a la falta de mantenimiento y recursos, hasta cerrar sus puertas en el Periodo Especial”.



Serían necesarios 26 años para que en el 2016 sus aguas volvieran a ser objetivo principal tras la decisión de entregar a la Dirección Provincial de Salud Pública de Matanzas el complejo.




“Lo recibimos con un notorio deterioro estructural. Por un lado había sido víctima del vandalismo y saqueo de sus mármoles, bañeras, y recubrimientos de cuarzo blanco. Por otro, la zona de los manantiales, ubicada en la parte posterior de la edificación, tenía obstrucción total de los sistemas de drenajes, ruptura y desprendimiento de las paredes de la cañada, así como condiciones insalubres en los sitios de alumbramiento de las aguas. Su estructura techada mostraba exposición del hormigón y peligro de desprendimiento de los adornos de las paredes, y existía un enyerbamiento generalizado”, explica Sosa Rodríguez.



EL VUELO DE LA LIBÉLULA



A pesar de su abandono, San Miguel poseía y posee, condiciones para ser patrimonio de Cuba y de la Humanidad desde las tradiciones y la confluencia de cultura, historia y religión presente en sus tierras.



Sus aguas mineromedicinales únicas en su tipo en Cuba, los paisajes naturales y las zonas de conservación de la biodiversidad junto a sus valores arquitectónicos presentes en el Gran Hotel del Balneario, la Iglesia, la avenida Abril, y la Ermita del Cristo de Jacán, son solo algunos de los valores tangibles del que fue llamado Paraíso de Cuba.




Por su parte, los intangibles incluyen asentamientos precolombinos, luchas mambisas, donde destaca la Batalla de Coliseo, y una notoria tradición religiosa, tanto cristiana como afrocubana.



Estos elementos hacen del sitio un terreno con enorme potencial según las tendencias mundiales hacia el turismo ecológico de salud en bienestar y calidad de vida; además de constituir un erario en arquitectura de madera.



Para proteger esta riqueza, una de las primeras medidas de la dirección provincial consistió en la creación de un proyecto que bajo el nombre de Libélula desarrolla una estrategia integral para aprovechar el recurso natural en bruto existente como un servicio comercial de salud con otra mirada al estado emocional y físico del hombre.



“Sin dinero y con voluntad se han logrado algunas cosas. Los bebederos del Tigre y la Salud se cambiaron a mármol, se chapearon los jardines y se expusieron las piedras. Además se restauraron las jardineras y se sembró el platanillo rojo del arboleado original y se comenzó a utilizar el agua como tratamiento alternativo”.



“También y con la ayuda de voluntarios se limpió la cañada del río Biajaca, que causaba el hundimiento del jardín, el cual se limpió en su totalidad. También pintamos y destupimos todo lo que pudimos”, comenta Sosa Rodríguez.



“Durante las acciones se observó un movimiento de apoyo por parte de la población, que empieza a ver los cambios y a creer en ellos. Esto, junto a las ferias de salud y consultas que se realizan para incluir a la comunidad en este proceso de restauración, son pasos necesarios. Sin embargo resulta vital una mayor participación popular y un desarrollo del sentido de pertenencia” comenta Cabrera Cabrera.



Para los habitantes de este lugar donde radica la mayor concentración de artesanos contra población, la existencia de un balneario con un ambiente emocionalmente adecuado donde se pueda disfrutar de la Cuba profunda y del turismo piel a piel con el cubano, representa una oportunidad única, pero también un compromiso.



“La restauración del balneario constituye un proyecto de desarrollo local, que va más allá de las edificaciones y del financiamiento. La recuperación pasa por el pueblo y las autoridades que deben asegurar la salud ambiental de la zona y principalmente de los anillos de conservación, porque si se contamina el acuífero no hay nada que hacer en San Miguel”, asegura Sosa Rodríguez.



Esto resulta la contribución más necesaria de su pueblo y visitantes, así como la mayor expresión de arraigo a la historia para ser capaces de preservar recurso y patrimonio, y volver a disfrutar del agua sanadora del olvidado Paraíso de Cuba que hoy lucha por renacer. (Fotos: Cortesía del grupo San Miguel de los Baños y Ramón Pacheco Salazar)






El peso de las canas



Josefa camina por la vida sintiendo el peso de sus canas. De nada sirve que mantenga una rutina activa o se sienta útil al compartir sus saberes con los más nuevos, pues a cada momento pequeños detalles le atestiguan sus años pasados.

Ella no sabe qué le molesta más. Pueden ser los pasajeros de una guagua que sufren de sueño inminente en un asiento, a la vista de su bastón; o tal vez aquellos que sin contemplaciones se le “cuelan” en las colas por no esperar su paso cansado. Incluso están esas sonrisas mal disimuladas cuando se enfrenta a las novedades tecnológicas del siglo.

Tal vez sean aquellas conversaciones, en sus tiempos solo de alcoba y que hoy se dicen a viva voz por la calle o por teléfono, mientras los demás, y Josefa, escuchan cada detalle que no debe ser escuchado.

Incluso, puede tratarse de sus hijos y nietos, las luces de sus ojos, pero el dolor de su corazón, cuando sin contar con ella, ponen su vida patas arriba y asumen que, por la edad, su único papel es cuidar de los niños y hacer los mandados, una niñera sin voz ni voto, ni siquiera en su propia casa.

Cuando la sociedad cubana y particularmente la matancera avanza hacia el envejecimiento poblacional, cada vez resultan más frecuentes estas muestras que ya muchos consideran normales y que atentan contra una vejez saludable y plenamente satisfactoria.

La vida agitada de las urbes no parece esperar a los más ancianos cuando en realidad son sus habitantes quienes no lo hacen, ignorando el daño que este maltrato ocasiona. Y sí se trata de maltrato, pues con cada gesto de indiferencia o menosprecio, incluso los inconscientes, el peso de las canas se hace más fuerte en aquellos que una vez también recorrieron las calles con paso presuroso y hoy, aunque descansan, no terminan su papel como miembros de la sociedad.

Solo hay que pensar en las maestras y profesores que siguen dando clases no solo a los alumnos, sino también a jóvenes magisterios y padres inexpertos, o en esos doctores de voz suave y algún que otro resabio, capaces de diagnosticar con una mirada los males de un paciente.

En ellos el cabello blanco resulta solo el resultado natural de la acumulación de experiencia, esa que no se gasta por compartirla, sino que aumenta y se diversifica. Entonces, si las canas no representan el final de un camino, o algún acto de magia donde la persona pasa a ser invisible e inservible, ¿por qué tratarlos como tal?

El respeto a las canas debería primar en cada interacción con sus poseedores, no como un favor, sino una obligación surgida de lo mucho que les debemos, lo mucho que podemos llegar a necesitar de su sabiduría y del más elemental de los respetos.

Además, los dormilones de las guaguas y los apresurados de las colas deberían pararse a pensar en el futuro en el cual se están enterrando con sus acciones, pues a menos que alguien siga los pasos de Ponce de León y descubra la Fuente de la Juventud, ese será su destino y no podrán quejarse cuando alguien los trate igual que ellos a Josefa o incluso peor.

Hoy existen muchas campañas para que los integrantes mayores de la sociedad vivan una vida más activa e inclusiva, pero el resto debe incluirse como un todo, y no huir de las canas como una enfermedad contagiosa.

No basta para nadie, y menos para los poseedores de la sabiduría de los años, solo ser útil. Todos tenemos la necesidad de ser reconocidos como tal y que nuestra voz no pase desapercibida o sea motivo de bromas.

Para que los de plateados cabellos no sean una carga insoportable o motivo de sufrimiento, la sociedad debe revisarse y mirar sus acciones mientras recuerda cada beso, consejo o pedacito de cariño dado por las manos arrugadas, mientras se pregunta: ¿Es justo tratar así a quien tanto a dado sin esperar nada a cambio?, ¿Me gustaría que me trataran así en mi vejez?

Solo cuando ambas respuestas sean afirmativas podremos decir que estamos haciendo un buen trabajo para que el peso de las canas sea compartido entre amigos, vecinos o simples desconocidos que reconocen el tesoro que encierran los blancos cabellos y las manos arrugadas.

Tal vez entonces Josefa recorra las calles con una sonrisa, sintiendo la juventud de su vejez.

miércoles, 10 de mayo de 2017

1 de mayo en Matanzas

Hola, disculpen el retraso , pero aquí les traigo algunas fotos del 1 de mayo en Matanzas. Espero las disfruten.


Historias y sueños de una universidad




Mayo tiene muchos significados para Matanzas. Representa las fiestas de trabajadores, campesinos, madres. También tiene el recuerdo de un Antonio Guiteras frente al mar en el Morrillo. Pero también trae historias y cumpleaños para aquella que este 2017 arriba a sus 45 primaveras:la Educación Superior en la provincia.

Su surgimiento fue fruto directo del triunfo de la Revolución el primero de enero de 1959, y de su Reforma Universitaria, que promovióimportantes transformaciones en la enseñanza superior, convirtiendolos espacios antes elitistas en centro social capaz de llegar a todas las capas de la poblacióncon un papel activo en la comunidad.

En Matanzas su impacto fue mayor. Entre La Habana y Las Villas, el territorio no contaba con experiencias de altos estudios. Sus primeros pasos fueron en la década del 60 con actividades aisladas, y sin líneas definidas.

A pesar de la inexperiencia, la carrera de Medicina Veterinaria, que se desarrollaba en la Estación Experimental de Pastos y Forrajes, “Indio Hatuey”, en Perico; y la carrera de Medicina, que inició sus actividades, en el Hospital Provincial, con alumnos del Sexto Año de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Habana(UH), por mencionar algunas, encontraron terrenos fértiles para crecer.

Son precisamente estas potencialidades y la necesidad de aglutinar los esfuerzos lo que impulsa la creación el 9 de mayo de 1972 de la Sede Universitaria de Matanzas, bajo la dirección del Dr. Carlos Quintana Setién, como filial de la UH, y dentro de esta el Instituto Pedagógico. En este primer curso, más de mil estudiantes, la mayoría en cursos para trabajadores, se incorporaron a la educación superior matancera.

Estas cifras fueron en aumento ante los deseos de estudiar del pueblo de la Atenas de Cuba, y ya para 1974 duplicaba el número de trabajadores iniciales, y en 1976 sobrepasaban los 200. También en esta fecha, gracia a la voluntad, y esfuerzos de los implicados, la filial original había evolucionado hasta convertirse en 3 centros nacidos de ese núcleo: El Instituto Pedagógico, la Facultad de Medicina y el Centro Universitario, la futura Universidad de Matanzas.

Por esta razón otro día 9, pero de marzo, se decide trasladar la sede desde la calle de Medio 100, para la antigua Escuela Militar “Camilo Cienfuegos”, en la Vía Blanca a Varadero, en el Km. 3½, para posibilitar mejores condiciones y el crecimiento que no se detendría.

Poco importó que el centro no hubiera sido creado como universidad, o los desafíos de estar en la periferia de la ciudad. Lo cierto es que alimentado de sueños y voluntad, la una vez filial fue ganando logros y distinciones.

Primero, en otro mayo, pero de 1982, le fue otorgado el nombre “Camilo Cienfuegos”, para acompañarla a través de sus cambios con el ejemplo de aquel de la eterna sonrisa.

Luego, por sus avances reconocidos a nivel nacional, a partir de 1985 fue un Instituto Superior Agroindustrial, y ya para 1992 era una Universidad por derecho propio que entró en el segundo milenio con filiales en 13 municipios, con la condición de Universidad Certificada que es otorgado por la Junta Nacional de Acreditación de Cuba y considerada una de las 5 mejores de Cuba.

Pero los cambios son necesarios y el 2014 trajo consigo un proceso de perfeccionamiento y de integración, quedando nuevamente como Universidad de Matanzas, con las filiales Camilo Cienfuegos y Juan Marinello Vidaurreta, además de sumar la Facultad de Cultura Física, antes perteneciente a la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte "Comandante Juan Manuel Fajardo".

Hoy, en medio de un proceso de acreditación de su condición de certificada, la Universidad de Matanzas se alza como baluarte de la educación y la sociedad matancera.

Los 54951 profesionales, de ellos 1406 extranjeros de 59 países que han recibido el título en sus aulas, representan el potencial que avanza la provincia en estos días, mientras impulsan a sus hijos a reeditar la aventura en el campus matancero.

Son esos 7689 que se forman hoy en 46 carreras universitarias de ciencias sociales, técnicas, agronómicas, económicas y pedagógicas los que tienen en sus manos el brillo futuro de una universidad que se alza frente al mar y sobre la ciudad, en aulas docentes y unidades de apoyo, en sus parques que fueran Jardín Botánico de la ciudady la vista del inmenso azul de la bahía.

En este mayo trabajadores y estudiantes están llamados a recordar la historia y glorias pasadas, a enseñársela a las nuevas generaciones expectantes de futuro, y a soñar en grande por el brillo y el saber. Esta universidad que nació con la primavera solo un destino posee: florecer con fuerza e ímpetu cada año, hasta convertir a la Atenas de Cuba en un jardín de profesionales consagrados a la provincia que les dio la luz.

La educación superior en Matanzas cumple este 9 de mayo 45 años y la mejor manera de celebrarlo, es yendo por más.

miércoles, 8 de marzo de 2017



Hoy recorren por las calles de Matanzas cientos de libros en manos de sus orgullosos dueños. El joven, la ama de casa, el trabajador y hasta el visitante ocasional, no albergan la menor dudad de que la ciudad acoge la XXVI Feria Internacional del Libro, dedicada en esta ocasión a las figuras de Fidel Castro, Armando Hart Dávalos, y al cumpleaños 95 de la poetisa Carilda Oliver Labra.


Por la Calle del Medio, desde Matanzas hasta Ayuntamiento; en Santa Teresa entre Contreras y Manzano; y en los bajos de la Biblioteca Gener y del Monte donde se ubica la Gran Librería; el recinto ferial abrió sus puertas con más de 200 títulos repartidos entre carpas, kioscos, y siete espacios simultáneos.


Centros educacionales, el Hospital Pediátrico Eliseo Noel Camaño, el Hogar de Niños sin Amparo Familiar, unidades militares y centros del MININT, se unirán hasta el domingo a la fiesta masiva pero culta.


Las jornadas apuntan a todos los gustos: historia, literatura de enfoque psicoterapéutico, arte culinario, folclor, y deporte cubano. Estas opciones, junto a mesas de opinión dedicadas a Fidel, interacciones con poetas, y presentación de autores, convierten al evento en una fiesta cultural.


Los juegos didácticos, las historietas, plegables, diccionarios y literatura infantil, productos muy demandados por la familia cubana, tienen también su espacio.


En esta cita literaria, que busca mirarse hacia adentro con las obras y escritores de las cuatro editoriales matanceras, no faltan obras como Buena suerte viviendo .Mensajes a un poeta; Cambiar el mundo, mis años en Cuba; El puente de Coral; El Decamerón cubano; La aldea letrada, entre otras muchas propuestas locales, a las que se suman algunas de gran demanda como La novela de mi vida y El vuelo del Gato.





Las gracias de un pueblo





Como hija de Matanzas, la poetisa Carilda Oliver Labra posee muchas historias. El lector, a veces ignorante, mezcla con el paso del tiempo las leyendas y verdades existentes, pero para la moradora de Tirry 81 algunas permanecerán siempre inalterables.


Una de estas vivencias únicas constituye aquel encuentro de la autora desordenada por el amor con Fidel Castro un 5 de marzo inolvidable hace ya 2 décadas.


No era la primera vez que coincidían. En la Uni­ver­sidad de La Habana, cuando la matancera cursaba el tercer año de la licenciatura en Derecho, Fidel empezaba sus estudios y ya destacaba por sus dotes de orador y forma de ser, aunque entonces nadie podría imaginarse su futuro.


Sus caminos no se cruzarían nuevamente hasta la publicación enla revista Life de la entrevista del periodista norteamericano Herbert Matthews donde se demostraba la existencia de una fuerza rebelde en la Sierra dispuesta a luchar.


En ese momento, al Carilda reconocer al compañero hecho guerrillero, la alegría la obliga a escribir, de forma “casi convulsiva” como dijera ella misma, las décimas de su Canto a Fidel,ese humilde tributo al guerrero y al hombre.


“Era un canto repleto de ilusión, un llamamiento a la guerra lleno de amor y romanticismo, con una pasión ilusionada, repleta de fantasías.


“Pero también constituía un poema de paz escrito por una joven para un rebelde también pleno de juventud que soñaba con la libertad y sacrificaba lo mejor de su vida por la causa; yo quería sencillamente contribuir con mi granito de arena”, diría años después la Premio Nacional de Literatura.


Aquellos versos,los primeros en cantarle al líder del Moncada y del Granma, poco a poco salieron de las paredes de la casona familiar para circular de mano en mano, hasta subir a la Sierra Maestra en un zapato.Allí Violeta Casal, a través de Radio Rebelde, los da a conocer a toda Cuba durante la inauguración del Tercer Frente Mario Muñoz.


Sin embargo su publicación tendría que esperar hasta el 7 de enero de 1959, cuando, tras el triunfo revolucionario y durante el paso de la Caravana de la Libertad por la provincia, el periódico ma­tancero El Imparcial publica por primera vez la balada rebelde, y más tarde lo hacen revistas y otros medios de prensa. Se vuelve el homenaje de un país a sus héroes.


Es entonces que llega el 5 de marzo de 1997, aniversario 40 del Canto a Fidel.


Mientras la ciudad e intelectuales de diversas tallas celebraban las 4 décadas de los versos, el Comandante reservaba para la cantora de Matanzas una sorpresa inigualable: un encuentro entre el autor y su musa.


El momento transcurrió en la tarde noche de ese mismo día, en una reunión inesperada e íntima, donde el tiempo volaba con laamena conversación entre viejos amigos,matizada en ocasiones por las palabras del pintor ecuatoriano Os­waldo Gua­yasamín.


Recuerdan los pocos allí presentes muchas cosas; la caballerosidad de Fidel siempre atento con Carilda, la sonrisa de esta ante el hombre que aun con el peso de largos años de lucha se mantenía cargado de ilusiones, el abrazo pedido por una periodista, el saludo a las mujeres,…


Hubo espacio para hablar de dietas, ejercicios, poemas, historias y cuanto quisieron los presentes conversar; y antes de darse cuenta, el tiempo había pasado y la ocupada agenda obligaba a la despedida, pero eso no impidió las palabras de alabanza para el valiente poema y su autora, expresión de sentimientos patrióticos e intelectuales, y un canto guerrillero,tal y como resumió Fidel antes de marcharse.


Así terminó un día único e irrepetible lleno de recuerdos más fuertes que el tiempo y la memoria, de donde nunca desaparecerán.


Para aquella que escandalizó a la ciudad de los puentes con su lírica,la huella fue profunda, más allá del alcance de las palabras, pues, como confiesa en varias entrevistas, hacía tiempo que Fidel había escapado de su humilde poema, donde ya no cabía por su gesta y obra.


Por esta razón este 5 de marzo, cuando se cumplan los 20 años de aquel momento inolvidable, y los 60 del poema que dio inicio a todo, las palabras sobran, pues como en los versos, las gracias de un pueblo a los suyos constituye el mayor regalo.

lunes, 6 de febrero de 2017

Los herederos de Mario Muñoz



La radio constituye una de las principales formas de comunicación incluso en los días de celulares y computadoras. Sus ondas atraviesan el aire y de antena a antena llevan la voz y la música.

Pero las frecuencias radiales también contienen las emisiones de los llamados radioaficionados, quienes desde su casa o una pequeña planta transmiten al mundo entero.

El origen de una afición.

“La radioafición comenzó casi con el comienzo de la radio y Cuba no fue la excepción. Constituía una forma de experimentar los alcances y potencialidades de la radio.

Hoy nuestro propósito sigue siendo el mismo, pero con un marcado interés en mejorar los equipos de radio, construirlos y experimentar con antenas, para hacer contacto con una estación lejana” explica Alejandro Ventosa Águila, presidente de la filial provincial de Radioaficionados de Cuba, indicativo CO5AY.

Si bien el movimiento empezó con unas 40 personas en todo el país, Matanzas ya se destacaba por ser 10 de estos pioneros hijos yumurinos, principalmente de los municipios de Pedro Betancourt, Jovellanos, Colón y Matanzas.

Con la separación de las frecuencias en comerciales y aficionadas, estos últimos empiezan a utilizar las emisoras de banda lateral, incorporando luego el alcance de la telegrafía y la voz de la telefonía.

En este tiempo destaca la labor de Mario Muñoz, el médico del 26 de julio, quien con el indicativo C05MN fue al Moncada no solo a tomar el hospital, sino también la emisora de Santiago para con su experiencia como radioaficionado, llamar a la Huelga General.

Con la llegada de la modernidad, la computación incorpora los modos digitales que permiten enlazar las plantas de radio con las computadoras, a través de software y programas, para realizar ruedas radiales que unen diversas estaciones nacionales e internacionales en una misma frecuencia.

Los alumnos del médico del Moncada

En Matanzas contamos con casi 500 afiliados, número que aumenta continuamente. De ellos un porciento importante lo constituyen las mujeres, algo no común en el resto del país.

“Tenemos miembros de diversas edades, desde los 12 años hasta los 90. También contamos con Círculos de Interés en algunas escuelas, y hemos dejado de ser tan anónimos” continua Ventosa Águila.

“A pesar de las nuevas tecnologías, el interés por la radioafición continúa pues su práctica constituye una máquina de hacer amistades y ayudar al necesitado .También influye el hecho de constituir un pasatiempo para todos los interesados, mientras que en otros países resulta un hobby solo al alcance de los ricos”, comenta Jesús Dionisio Llanes Díaz, radioaficionado con más de 30 años trabajando con plantas y walking-talking.

La mano amiga

Lo cierto es que si bien la radioafición constituía antes un trabajo anónimo conocido solo por colegas, hoy el mundo entero y especialmente Cuba reconocen la importancia de su labor.

“Nosotros damos apoyo a través de las redes de emergencia, ante el fallo de las comunicaciones tradicionales con la ocurrencia de ciclones, huracanes y otros eventos meteorológicos.

Un ejemplo reciente fue cuando el huracán Mathew azotó las provincias orientales, entonces creamos puentes entre las zonas afectadas y la capital”, acota Pablo Antonio Balboa Malpica, radioaficionado de Los Arabos con indicativo CL5PAB.

“También en otros momentos difíciles, hemos brindado partes en directo de una situación determinada a quien lo necesite”, dice Norberto Noatel, radioaficionado.

No es solamente las desgracias, están presentes en marchas, elecciones, desfiles del primero de mayo, o en eventos de gran relevancia como la Caravana Tributo a Fidel, porque resulta más fácil mover a un radioaficionado que una planta convencional.

“Nuestra fortaleza radica en el hecho de que somos muchos. Incluso cuando las comunicaciones convencionales fallan las nuestra permanecen y tienen un mayor alcance porque no son de antena a antena, sino de antena a ionosfera, sin retraso alguno por ir a velocidad de la luz”, asegura Ventosa Águila.

Una planta de radio constituye más que una herramienta. En su lugar se establece como una forma de comunicación entre pueblos y realidades lejanas. El radioaficionado, con su señal, llega a cada rincón del mundo y brinda su mano, su apoyo.

lunes, 16 de enero de 2017

Niños Digitales



Recuerdo, no hace mucho, cuando una vecina insistente aseguraba ante las obras de arte que una tiza dejaba en su pared, que la juventud estaba perdida; o cuando, en el primer aguacero de mayo criticaba a las decenas de piececitos desnudos que bailaban sin preocupación en medio de la lluvia, sin orden alguno.

Eran los tiempos del trompo y de la suiza, los yaquis y las pelotas. Los árboles eran fuertes a conquistar, las calles: pistas de carreras para las carriolas y chivichanas construidas y desarmadas con la ayuda de padres, tíos, abuelos, padrinos….

El mundo era grande, enorme, lleno de secretos y maravillas desafiantes que invitaban a mirar con ojos de asombro la bahía, el monte, los edificios, incluso la gente.

Pero hoy, ya sea por crisis de valores, por la sociedad o por la tecnología, el mundo no se ve igual, aunque es el mismo.

Hoy los niños no pintan grafitis en las paredes, en su lugar rellenan colores en sus teléfonos. Hoy no corretean en las calles o bajo el agua, sino que se encierran en sus audífonos para no ver la realidad, ignorando calles y tráfico.

Hoy existen niñas que en vez de jugar con muñecas tienen sus propios bebés, mientras otros, de rojo uniforme y pañoleta azul, hablan de cualquier tema a viva voz, sin pudor o privacidad, sin sentido del lugar, el espacio, o la edad.

El mundo hoy es un reino insuficiente, donde no hay tiempo para jugar y aprender, ni siquiera para crecer sin saltarse etapas. Y a cada momento se agrava.

Pienso entonces que si mi vecina aseguraba antes que la juventud estaba perdida, hoy se quedaría sin palabras ante los que, frente a la sonrisa de los mayores y el desconcierto de la mayoría, solo saben repetir palabras como lo harían Dora, Diego y Sofía, por citar algunos de los “muñequitos educativos” con que los padres y la televisión atiborran a sus niños desde antes de hablar, exponiéndolos a daños en su desarrollo cognitivo.

Sé que sin dudas lloraría, a pesar de sus peleas, cuando un niño no le responda el saludo por ir ensimismado en las musarañas, solo atento a las redes sociales o el videojuego de moda, ese latir informático que constituye su razón de ser.

Los culpables son varios y no alcanzarían las líneas para nombrarlos. Lo cierto es que la culpa primera recae en los padres, esos mismos que nacidos en la llamada generación Y, la del Milenio, piensan que todo se puede resolver con la tecnología.

Pero entonces, ¿si los padres que nacieron con este fenómeno tratan así a sus hijos, que harán estos últimos con sus hijos?

Hay que cambiar.

Una aplicación informática no sustituye a un padre ni a un maestro, y creer que puede hacerlo constituye un error colosal.

La televisión, medio para viajar entre realidades, no puede ser la manera de tranquilizar a los niños, ni de enseñarles lo que deben aprender socializando con otros, con juegos de roles, con interacciones reales.

Son los padres y los maestros los que deben acabar con esta moda de criar niños digitalmente, sustituyendo el cariño por computadoras, el contacto por mensajes electrónicos.

La tecnología no es mala ni buena para nuestros niños, como todo en la vida depende de la medida en que se use, de los límites que se tracen.

Se puede aprender del televisor, los celulares y hasta de los tan polémicos videojuegos, pero la realidad virtual es solo eso, virtual.

No aspiro a que regresen el yaqui y la suiza, tal vez es muy tarde para ello, pero espero que nunca pasen de moda los besos, los abrazos, los juegos inventados en cada esquina y la sonrisa de las travesuras, esas que harán gritar a una vecina, como la mía.

lunes, 9 de enero de 2017

De paseo por La Habana.



Nuevamente me debo disculpar con mis lectores.

Actualmente me encuentro en La Habana, capital de los cubanos, en un curso dedicado al periodismo de José Martí.

Así que en lugar de los trabajos habituales, les dejaré algunos datos curiosos , junto a imágenes de la capital.



EL DATO DE HOY:


Martí, ademas de periodista, poeta y revolucionario, también fue pintor , y legó a la posteridad algunos de sus bocetos, que se guardan en el memorial que lleva su nombre.


Para ustedes, una vista desde dicho monumento.


jueves, 5 de enero de 2017

Matanzas: 323 años de magia



Matanzas ya tiene 323 años y quienes se pierden en sus calles sienten las voces de un pasado muy presente en cada puente y río donde resuenan sus siglos y el encanto único de la más moderna de las ciudades antiguas.

Ya van 323 años y no es un secreto que sus arterias acuosas tejen una magia extraña, y envuelven a quienes la habitan, mientras los acompaña como un recuerdo imborrable, a donde quiera que vayan.

Tres siglos son y cada esquina guarda un secreto, una historia irrepetible, asombrosa por su realidad maravillosa; mientras la ciudad avanza, como sus aguas.

Porque Matanzas se parece a sus ríos. Tan pausada es su vida que pareciera que duerme, tal y como la india que sobre las faldas del monte espera frente a la bahía.

Pero como el Yumurí, sus profundidades tienen ímpetu, que lo hace avanzar, siempre hacia el mar, siempre hacia la bahía.

Y no es solo la ciudad. Su gente también es así: bohemia y reposada, con ojos de soñadores y corazones de poetas. Su alma lleva la nostalgia del atardecer sobre las aguas, de las nubes contra el sol en un cielo nublado, y la de un pájaro negro que regresa, todas las noches, a su rama en el Parque de La Libertad.

Pero ambos, ciudad y habitantes, también tienen fuerza y empuje, y esa capacidad yumurina de superar los obstáculos de su camino con una sonrisa en los labios, por una meta, por un destino, tal y como los arroyos fantasmas que con galope feroz recorren aceras, calles y hasta casas después de una lluvia.

Matanzas ya tiene 323 años pero a pesar de sus aires de hechicera antigua, su corazón espera una aventura, pero sobre todo, busca compartirla con nosotros, los que cada día recibimos su magia y belleza.

miércoles, 4 de enero de 2017

145 años de un crimen




Es 27 de noviembre de 1871. En la explanada de la Punta, frente a las ventanas del depósito del Cuerpo de Ingenieros, en el litoral habanero, 8 jóvenes, casi niños marchan hacia su muerte.

Sus crímenes, merecedores no de uno sino de dos consejos de guerra, consisten en una flor arrancada y un rayón nunca encontrado en la tumba del periodista español Gonzalo Castañón.

Son más de las 4 de la tarde y los inocentes de acción y conciencia se colocan de dos en dos, de espaldas, amarradas sus manos y de rodillas. La ignominia es el objetivo de los captores.

Sus nombres: Alonso Francisco Álvarez y Gamba, de 16 años, el más joven, sentenciado a muerte por una flor; Ángel José Eduardo Laborde y Perera, de 17 años; Anacleto Pablo Bermúdez, González de la Piñera y José Ramón Emilio de Marcos y Medina, los tres de 20 años; Juan Pascual Rodríguez y Pérez, el mayor de todos, con sus escasos 21 años .El “horroroso crimen” de estos últimos: jugar con un carro fúnebre.

Pero son más. La maquinaria colonial no estuvo conforme con 5 vidas, y al azar, como en un juego, puso tres nombres más.

Ellos fueron Eladio Francisco González y Toledo, Carlos Augusto de la Torre y Madrigal, ambos de 20 años y Carlos de Jesús Verdugo y Martínez, de 17 años, quien se encontraba en Matanzas con su familia durante los sucesos.

Nada de eso importó a los jueces. Tampoco la defensa del capitán del Ejército español Federico Capdevila Miñano, abogado de oficio de los jóvenes.

Son las 4:20 de la tarde y el capitán de Voluntarios Ramón López de Ayala da la orden. Los fusiles disparan su metralla y 8 futuros médicos quedan truncados por la rabia, el temor y la prepotencia de aquellos que a la inocencia llamaron “hienas”.

Sus vidas son segadas pero el crimen no calla a un pueblo que pide a gritos su independencia.

La injusticia no tiene olvido, y el pueblo cubano, tampoco.

martes, 3 de enero de 2017

Flores de Navidad

Y ahora, una colección de fotos de flores, para ver quien adivina en que estación fueron tomadas.
Espero sus comentarios.




Danny Glovers en Matanzas


Sí, el actor de Arma Letal y otros clásicos pasó su fin de año junto a los matanceros, con los que compartió y disfrutó la llegada del 2017, demostrando una vez más que no "está muy viejo para esto".
Aquí les dejo algunas fotos.









Feliz año Nuevo.

Como están?
Espero que hayan pasado un grandioso fin de año y les espere uno próspero y mejor.
 Hoy comenzamos con algunas sorpresas, así que, vamos?